La alegria de encontrarte

Agesilao Francisco Ferrazzano

Violinista, director y compositor nacido en Buenos Aires en 1.897. Su primer compromiso profesional fué en la orquesta de Roberto Firpo. Con Enrique Delfino formó un inolvidable dueto de piano y violín en torno a los años 20. Posteriormente formó parte en las orquestas de Osvaldo Fresedo y Francisco Lomuto. Fué uno de los músicos fundadores de la Orquesta Típica Víctor. En 1.927 funda nueva orquesta y logra un contrato para grabar discos. La muestra que os dejo a continuación es precisamente de esa época. En noviembre de ese mismo año emprende viaje a Europa donde formó parte de diversas orquestas y se sabe que ya nunca mas regresó al Río de La Plata. Falleció en Francia en 1.976.

Capítulo 3.- Tango. Sólo tango.

TRIBULACIONES Y ALBOROZOS DE UN PORTEÑO MILONGUERO

La condujo a la pista tomada de la mano y al llegar al centro la bella Nadia se colgó naturalmente de su cuello en un apretado abrazo.
-No es necesario, salvo alguna intención pasional de su parte, -señaló él en un susurro-. Y si la tiene, le recuerdo que, por lo menos, la doblo en edad -agregó con una sonrisa que en su rostro se vio como una mueca-.
-¿Qué debo hacer?

Está en tu mano

En estos días en los que todos nos besamos, nos abrazamos, felicitamos y nos deseamos lo mejor, he recordado algo que leí y me gustó:

Cada vez que te cruzas con alguien en el camino, influyes en él o ella y ambos resultáis afectados. Tú tienes la capacidad de imprimir una huella positiva, negativa o inolvidable. Es tu decisión.

He llegado a la aterradora conclusión de que yo soy el elemento decisivo. Es mi enfoque personal el que crea el clima. Es mi humor diario el que determina el estado del tiempo.

Tengo un gran poder para hacer que mi vida sea alegre o triste. Yo puedo ser una herramienta de tortura o un instrumento de inspiración, yo puedo humillar o inspirar, puedo herir o curar. En todas las situaciones, es mi respuesta frente a lo que ocurre la que decide si una crisis va a exacerbarse o mitigarse, si una persona va a ser deshumanizada o humanizada. Si tratamos a la gente como son, los empeoramos. Si tratamos a la gente como lo que debieran ser, vamos a ayudarles a ser capaces de convertirse en lo que pueden ser.

Goethe (1749/1832)

Orquesta Típica Víctor

Inauguramos este nuevo espacio con una de mis orquestas favoritas, la Orquesta Típica Víctor. Os adelanto que será difícil que encontréis aquí un tipo de tango posterior a los años cincuenta. El sello discográfico Víctor reunió entre 1.925 y 1.944 a los mejores músicos de la época para crear esta orquesta y grabar en ese tiempo mas de 400 temas, sin actuar nunca ante el público. Por sus filas, por tanto, han pasado músicos y cantores de la máxima categoría y al frente siempre se han encontrado directores musicales de reconocido prestigio. Pero a pesar de todos los cambios y corrientes que se produjeron en su seno, siempre mantuvo una musicalidad y una línea melódica que la hace fácilmente reconocible siempre que se la escucha. Nunca he escuchado en una milonga a la Típica Víctor, pero os aseguro que donde yo esté pinchando siempre se escuchará, como mínimo, una tandita de esta orquesta. También reconozco que no llega en cuanto a carisma a la Atípica Bartolo pero no le queda demasiado lejos. Os dejo el tango El Chamuyo, de Francisco Canaro, interpretado por la Orquesta Típica Víctor, cuya grabación data del 26 de junio de 1.930, hace mas de 80 años.

Cátulo Castillo y la Orquesta Atípica Bartolo

La Orquesta Atípica Bartolo participó el pasado martes 7 de Diciembre en un homenaje a Cátulo Castillo.
Se recordó la vida de “Descanso Dominical” como quiso llamarlo su padre. Se contaron algunas anécdotas suyas, como la pulmonía que cogió por la alegría de su padre cuando nació, la de la profecía de su muerte, el encuentro con Rubén Darío, Betinotti.., las “palabritas” entre Juan de Dios Filibeto y su padre…
Los temas que se interpretaron nos transmitieron la dolorosa nostalgia por lo perdido, los sufrimientos del amor y la degradación de la vida: Caminito del taller, reivindicativo de la clase obrera, el intenso Tinta roja, el romántico María, Desencuentro y el profundo existencialismo de La última curda.
Fue una velada encantadora y al final todos los presentes tararearon juntos el estribillo de la última creación de la Orquesta Atípica Bartolo:
“…Me hacés pasar vergüenza, me hacés…”

No lo leí, ni lo escuché pero lo sentí y me gustó

Nunca las estrellas ni las luces de Navidad estuvieron tan cerca.
Tanto, tanto, que estos días he podido llevar de la mano a una de ellas.
La he besado, la he abrazado y hasta he podido cantarle alguna nana para que , durante unas horas, durmiera junto a las otras estrellas y luces de Navidad.

Capítulo 2.- Tito y Bartolo

La mañana era maravillosa, una de esas mañanas de Buenos Aires de finales de febrero en que el verano ya no castiga con tanto rigor, como preparando el camino a ese mismo otoño porteño que Piazzolla supo plasmar en una de sus magistrales creaciones.

Paseábamos por la inmensa Plaza de San Martín y Luís se empeñaba en explicarme la historia de la Torre de Los Ingleses, que divisábamos próxima desde el lugar donde nos encontrábamos, cuando, de repente, sin saber por qué, le pedí que me contase cómo se había reencontrado con Bartolo después de tantos años de haberle perdido de vista.

Y, siempre dispuesto a complacer a los demás, de este modo comenzó su relato.