martes, 28 de diciembre de 2010

Está en tu mano

En estos días en los que todos nos besamos, nos abrazamos, felicitamos y nos deseamos lo mejor, he recordado algo que leí y me gustó:


Cada vez que te cruzas con alguien en el camino, influyes en él o ella y ambos resultáis afectados. Tú tienes la capacidad de imprimir una huella positiva, negativa o inolvidable. Es tu decisión.
He llegado a la aterradora conclusión de que yo soy el elemento decisivo. Es mi enfoque personal el que crea el clima. Es mi humor diario el que determina el estado del tiempo.
Tengo un gran poder para hacer que mi vida sea alegre o triste. Yo puedo ser una herramienta de tortura o un instrumento de inspiración, yo puedo humillar o inspirar, puedo herir o curar. En todas las situaciones, es mi respuesta frente a lo que ocurre la que decide si una crisis va a exacerbarse o mitigarse, si una persona va a ser deshumanizada o humanizada. Si tratamos a la gente como son, los empeoramos. Si tratamos a la gente como lo que debieran ser, vamos a ayudarles a ser capaces de convertirse en lo que pueden ser.
Goethe (1749/1832)

No hay comentarios:

Publicar un comentario